miércoles, 18 de junio de 2014



LA BOTICA MEDIEVAL GRAN SEÑOR DE LUNA:  Está ubicada en la Plaza del Bufador del casco antiguo de Peñíscola, pared con pared de lo que fue el primer y único “molino de sangre”, llamado así porque las grandes piedras del molino eran movidas por la fuerza de animales e incluso por personas (prisioneros). En este espacio considerado fundamental para la economía medieval de la población, no sólo se producían harinas y aceites, sino que además, se comercializaban hierbas recolectadas en la Sierra de Irta para uso medicinal, tanto de la población como de las tropas que defendían la fortaleza.

La Botica Medieval Gran Señor de Luna pretende ser una reflexión sobre la importancia que tuvo la Alquimia en la ciudad de Peñíscola durante tres momentos históricos:

I)- Durante el reinado del Rey Lobo, cuyo nombre real era Mohammed ibn Ahmed ibn Saad ibn Mardanich, nacido en 1124 en la fortaleza de Peñíscola.  El Rey Lobo fomentó una potente escuela alquímica basada en la medicina Árabe Andalusí.

II)- A partir de 1294 cuando la Orden del Temple tomó posesión del Castillo de la Ciudad en el Mar. Es un hecho evidente y curiosamente muy poco estudiado, que los Caballeros del Templo del Rey Salomón importaron de Oriente remedios y fórmulas Alquímicas desconocidas en Europa.

III)- Tras el periodo de asentamiento de la Corte Pontificia de Benedicto XIII. Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, conocido como el Papa Luna, trasladó el año 1411 a Peñíscola una biblioteca con más de 2.500 libros de alquimia, medicina, astrología, remedios mágicos... así como un fabuloso tesoro compuesto por importantes reliquias de la cristiandad, entre ellas el Santo Grial, la Veracruz y la Túnica de Cristo.
Parte del séquito del Papa Luna estaba formado por galenos y cirujanos de gran prestigio (árabes, judíos y cristianos) que fundaron alrededor de la Biblioteca Pontificia una avanzada escuela Alquímica.

LA BOTICA MEDIEVAL tiene su origen en los Monasterios y estaba atendida por el boticario, también llamado apothicario o “barbero sangrador”. Este monje, en un pequeño trozo de tierra cultivaba las plantas medicinales, estudiaba su recolección, sus propiedades curativas y extraía los simples con los que elaboraba los compuestos o pócimas. Después, con gran paciencia anotaba el resultado de sus investigaciones. Las fórmulas magistrales eran descritas con bellas miniaturas y la mayoría de las veces escritas con un lenguaje encriptado.
El Barbero Sangrador era el encargado de practicar la Tonsura simbólica y la Sangría periódica a los monjes, obligada por la ley eclesiástica y considerada como uno de los pilares preventivos de la Medicina. Para esta función terapéutica del sangrado, en una zona de agua corriente, mimaba a centenares de Sanguijuelas.
Otra tarea importante del boticario era cuidar del terrario donde criaba víboras, ya que con su carne y ponzoña era preparado un polifármaco de gran efectividad conocido como “Triaca Magna” utilizado como antídoto de venenos y como antibiótico.
Para alcanzar la máxima efectividad medicinal, las plantas y sustancias requerían de una manipulación alquímica que podía llegar a tener hasta siete niveles, siendo éstos:

I)- La Decocción: Hervir la planta.
II)- Infusión: Añadir agua hirviendo sobre la especie medicinal.
III)- Maceración: Sumergir los simples en agua fría, aceite, o en alcohol.
IV)- La Extracción de las partes activas con alto contenido acuoso.
V)- La “Quintaesencia”: Nivel basado en la destilación del agente dinámico de las sustancias para combinarlos de forma compleja. 
Los remedios terapéuticos de la “Quintaesencia” podían ser: Aguas Simples, Aguas Compuestas y Aceites (La medicina actual se mantiene en este nivel).
VI)- La “Sextaesencia”: Éste era resultado de la combinación del nivel de la Quintaesencia con otros conocimientos como las Matemáticas Pitagóricas, la Astrología, la Música de las Esferas Celestes, los Humores Galénicos, los Cuatro Elementos... y con la denominada Alquimia de los Metales, un proceso complejo que pretendía transformar metales innobles, modificando su estructura atómica, en oro y plata.

Pero además, la medicina medieval poseía una base filosófica que buscaba un tratamiento global de la enfermedad, puesto que el Cuerpo y el Alma se entendían como un todo. Así por tanto, en el proceso alquímico existía otro nivel superior de carácter místico y mágico conocido como la Séptimaesencia.

VII)- El nivel de la “Séptimaesencia” pretendía incorporar a la medicina el máximo poder de curación y éste era el que otorgaba la Sangre de Jesucristo.




Un instrumento para este menester eran las Botellas Relicario de la Pasión, que funcionaban como una especie de condensador de fuerzas divinas. Se tenía la convicción que estas “Botellas Griálicas” influían sobre las destilaciones médicas y otorgaban a las sustancias el Poder de la Sangre del Hijo de Dios. Estas Botellas para que fueran realmente efectivas debían ser fabricadas durante los días de Semana Santa y bendecidas el día de Resurrección. Tanto el Alquimista como el enfermo, creían firmemente que estos recipientes sagrados transmitían al medicamento el poder de la “Sangre de Cristo”, poder capaz de curar cualquier enfermedad existente.

domingo, 9 de marzo de 2014



¡DÁDME UNA GRAN NARIZ ROJA Y 
SERÉ CAPAZ DE MODIFICAR MIS MIEDOS!

Frente a un gran reto, tómate unos minutos y haz el payaso... Tu visión del mundo cambiará y tus miedos profundos desaparecerán.
La estrategia más potente que existe para consolidar nuestro autoconcepto positivo es: HACER EL PAYASO.
Antes de enfrentarte a un proceso de selección, antes de participar en una charla, antes de exponer una tesis... o simplemente antes de tomar una decisión importante, ante un espejo, ponte una gran nariz de payaso y con una gran sonrisa, de oreja a oreja, ríete de lo que piensas son tus defectos, limitaciones o miedos.

HACER EL PAYASO ES MEDICINA PARA EL ALMA

Si aprendemos a reírnos de nosotros mismos..., perderemos el miedo a enfrentarnos a cualquier situación. 
Una gran nariz roja activa todas las conexiones de tu cerebro, dispara la imaginación y te convierte en un ser creativo.
Porque todos somos piezas únicas de una evolución biológica, psicológica y social... 

SACA EL PAYASO QUE LLEVAS DENTRO Y 
RÍETE DE TUS MIEDOS Y FRACASOS





Una gran nariz roja es un arma cargada de imaginación y creatividad... Utilízala contra el desánimo y la apatía.
Cuando haces el payaso aprendes que lo que crees que son tus limitaciones, realmente son tus fortalezas. El miedo al ridículo y el miedo al fracaso son una ilusión.

Fotos: Alejandro Melià Vicente (8 años)
Banda sonora: Charlie Chaplin
Tema: Candilejas
Texto y montaje: Vicent Melià i Bomboí.
Otros enlaces:
http://youtu.be/LL_PJufy3Rc